Metorene
DIURÉTICO TIPO TIAZÍDICO
BIOEQUIVALENTES
METORENE comprimidos 12,5 mg
METORENE comprimidos 25 mg
COMPOSICIÓN
METORENE 12,5: Cada comprimido contiene 12,5 mg de clortalidona.
Excipientes c.s.: Celulosa microcristalina, Lactosa monohidrato, Povidona, Glicolato sódico de almidón de papa, estearato de magnesio.
METORENE 25: Cada comprimido contiene 25 mg de clortalidona.
Excipientes c.s.: Celulosa microcristalina, Lactosa monohidrato, Povidona, Glicolato sódico de almidón de papa, Óxido de hierro amarillo, Óxido de hierro rojo, estearato de magnesio.
ACCIÓN TERAPÉUTICA
METORENE tiene un mecanismo de acción similar a los diuréticos tiazídicos, al actuar sobre el túbulo renal, específicamente en el segmento diluyente cortical de la rama ascendente del asa de Henle, inhibiendo la reabsorción de sodio (Na+) y cloro (Cl–) por antagonismo del co-transportador de estos iones que los bombea activamente fuera del túbulo, contra gradiente de concentración.
En personas con función renal normal, la diuresis es inducida después de la administración de tan sólo 12.5 mg de METORENE. El incremento resultante en la excreción urinaria de Na+ y Cl– y el menos prominente aumento en el potasio urinario son dosis dependientes y ocurre tanto en pacientes normales como edematosos. El efecto diurético se instala después de 2 a 3 horas y alcanza su máximo después de 4 a 24 horas y puede persistir por 2 a 3 días.
En individuos hipertensos, METORENE reduce lentamente la presión sanguínea elevada. Con la administración contínua, los efectos hipotensores se mantienen probablemente debido a la caída de la resistencia periférica; el gasto cardiaco regresa a valores de pre-tratamiento; el volumen plasmático permanece algo reducido y la actividad de la renina plasmática puede elevarse. Con la administración crónica el efecto antihipertensivo de METORENE es dosis dependiente entre 12,5 y 50 mg. Al elevar la dosis arriba de 50 mg se incrementan los efectos indeseados metabólicos y raramente aumenta el beneficio terapéutico.
FARMACOCINÉTICA
Absorción
Después de la administración oral la biodisponibilidad de una dosis de 50 mg de clortalidona es aproximadamente de 64%; el peak de las concentraciones plasmáticas se alcanzan después de 8 a 12 horas. Para las dosis de 25 y 50 mg, los valores promedio de Cmax. son de 1.5 µg/ml (4.4 mcmol/L) y 3.2 mcmol/L, respectivamente. Para dosis arriba de 100 mg hay un incremento proporcional en el ABC.
Distribución
En la sangre sólo una pequeña fracción de la clortalidona es libre, debido a la extensa acumulación en los eritrocitos y la unión a proteínas plasmáticas.
Debido a la fijación y gran afinidad de unión con la anhidrasa carbónica de los eritrocitos, sólo el 1.4% de una dosis fue detectada en el plasma en su estado estable durante el tratamiento con dosis de 50 mg. In vitro, clortalidona se une a proteínas plasmáticas en aproximadamente un 76% y la principal proteína a la que se une es la albúmina. La clortalidona cruza la barrera placentaria y pasa a la leche materna.
En madres tratadas con 50 mg de clortalidona al día antes y después del parto, los niveles de clortalidona en la sangre total fetal son aproximadamente 15% de aquéllos medidos en la sangre materna. Las concentraciones de clortalidona en el líquido amniótico y la leche materna son aproximadamente de 4% del nivel correspondiente a la sangre materna.
Metabolismo
Su metabolismo y excreción hepática dentro de la bilis constituye una vía menor de eliminación. Aproximadamente, 70% de la dosis es excretada en un plazo de 120 horas, en la orina y en las heces, principalmente en forma inalterada.
Eliminación
La clortalidona es eliminada de la sangre total y plasma, con una vida de eliminación promedio de 50 horas. La vida media de eliminación no es alterada después de la administración crónica. La mayor parte de una dosis absorbida de clortalidona es excretada por los riñones, con un promedio de depuración plasmática renal de 60 ml/min.
Poblaciones especiales
La disfunción renal no altera la farmacocinética de la clortalidona, siendo probablemente el factor limitante en la eliminación del fármaco de la sangre la afinidad de la droga a la anhidrasa carbónica de los eritrocitos. No se requiere de ajuste de dosis de clortalidona en pacientes con deterioro de la función renal con ClCr ≥ 10 ml/min; ClCr< 10 ml/min se recomienda evitar su uso porque es inefectiva.
En pacientes ancianos, la eliminación de la clortalidona es más lenta que en adultos jóvenes sanos, aunque la absorción es la misma. Por lo tanto, se recomienda observación médica estricta a pacientes de edad avanzada tratados con clortalidona.
INDICACIONES
Tratamiento de la hipertensión arterial, sistólica esencial o nefrogénica o aislada, como terapia primaria o en combinación con otros agentes antihipertensivos. Edema de origen específico:
- Ascitis por cirrosis hepática en pacientes estables bajo control estricto.
- Edema por síndrome nefrótico.
CONTRAINDICACIONES
METORENE está contraindicado en pacientes que sean hipersensibles al principio activo y a otros compuestos sulfonamídicos o a alguno de los excipientes. Anuria.
PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS
Precauciones relacionadas con los efectos adversos:
Alteraciones electrolíticas: pueden producirse hipopotasemia, alcalosis hipoclorémica e hiponatremia.
Fotosensibilidad: fotosensibilización puede ocurrir.
Alergia a las sulfas: similitudes químicas están presentes entre las sulfonamidas, sulfonilureas, inhibidores de la anhidrasa carbónica, tiazidas y diuréticos del asa (excepto ácido etacrínico). Uso en pacientes con alergias a la tiazidas o sulfonamidas está contraindicado específicamente, ya que existe un riesgo de reacción cruzada en pacientes con alergia a cualquiera de estos compuestos; evitar su uso cuando la reacción anterior ha sido grave. Suspender si se observan signos de hipersensibilidad.
Precauciones relacionadas con la presencia de algunas enfermedades:
Asma: Utilizar con precaución en pacientes con antecedentes de asma bronquial; Las reacciones de hipersensibilidad pueden ocurrir con más facilidad.
Diabetes: Utilizar con precaución en pacientes con prediabetes o diabetes mellitus; puede haber un cambio en el control de la glucosa.
Gota: En ciertos pacientes con antecedentes de gota, una predisposición familiar a la gota, o insuficiencia renal crónica, la gota se puede precipitar.
Insuficiencia hepática: Utilizar con precaución en pacientes con disfunción hepática grave; en la cirrosis, evitar desequilibrios electrolíticos y ácido-base que pudieran conducir a una encefalopatía hepática.
Hipercalcemia: los diuréticos tiazídicos pueden disminuir la excreción renal de calcio; considerar evitar su uso en pacientes con hipercalcemia.
Hipercolesterolemia: Utilizar con precaución en pacientes con concentraciones moderadas o altas de colesterol.
La hipopotasemia: Utilizar con precaución en pacientes con hipopotasemia; corregir antes de iniciar el tratamiento.
Insuficiencia renal: Evitar en enfermedad renal grave (ineficaz).
El lupus eritematoso sistémico (LES): Puede causar la exacerbación o activación SLE.
Restricciones de uso durante el embarazo y la lactancia: La clortalidona es clasificada por la FDA en categoría B, respecto del riesgo en el embarazo, ya que no se demostró riesgo fetal y no se observaron eventos adversos en los estudios de reproducción animal. La clortalidona cruza la placenta y se puede detectar en la sangre del cordón. El uso materno puede causar ictericia fetal o neonatal, trombocitopenia, u otros eventos adversos observados en adultos. El uso de diuréticos tiazídicos para tratar el edema durante el embarazo normal no es adecuado. Por lo tanto, METORENE no debe ser usado durante el embarazo, salvo cuando no haya alternativas. La clortalidona pasa a la leche materna y debido al potencial de reacciones adversas graves en el lactante, se recomienda tomar una decisión sobre si interrumpir la lactancia o suspender el fármaco, teniendo en cuenta la importancia del tratamiento para la madre. Los diuréticos tienen el potencial de disminuir el volumen de leche y suprimir la lactancia. En consecuencia, se recomienda no utilizar METORENE en madres que amamantan.
INTERACCIONES
Inhibidores de la ECA: Los diuréticos tiazídicos pueden aumentar el efecto hipotensor de los IECA. Específicamente, la hipotensión postural que puede acompañar la iniciación con un IECA. Los diuréticos tiazídicos pueden aumentar el efecto nefrotóxico de los IECA. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Alcohol (etílico): Puede aumentar el efecto hipotensor ortostático de la tiazida. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Alopurinol: Los diuréticos tiazídicos pueden aumentar el potencial de reacciones alérgicas o de hipersensibilidad a alopurinol. Los diuréticos tiazídicos pueden aumentar la concentración sérica de alopurinol. Específicamente, las tiazidas pueden aumentar la concentración de oxipurinol, un metabolito activo del alopurinol. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Analgésicos opiáceos: Puede aumentar los efectos adversos/tóxicos de los diuréticos. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Agentes anticolinérgicos: puede aumentar la concentración sérica de las tiazidas. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Agentes Antidiabéticos: Los diuréticos tiazídicos pueden disminuir el efecto terapéutico de los agentes antidiabéticos. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Antihipertensivos: Puede aumentar el efecto hipotensor de otros antihipertensivos. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Los barbitúricos: Pueden aumentar el efecto hipotensor ortostático de las tiazidas. Pueden aumentar el efecto hipotensor de los agentes hipotensores. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Agonistas beta 2: Pueden aumentar el efecto hipokalémico de las tiazidas. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Secuestrantes de ácidos biliares: Puede disminuir la absorción de las tiazidas. La respuesta diurética probablemente disminuirá. Riesgo D: Considerar modificación de la terapia.
La brimonidina (tópica): Puede aumentar el efecto antihipertensivo de los antihipertensivos. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Sales de calcio: los diuréticos tiazídicos pueden disminuir la excreción de las sales de calcio. El uso continuado concomitante también puede resultar en alcalosis metabólica. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Carbamazepina: Los diuréticos tiazídicos pueden aumentar el efecto adverso/tóxico de la carbamazepina. Específicamente, puede haber un mayor riesgo de hiponatremia. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Los corticosteroides inhalados (por vía oral): Puede aumentar el efecto hipokalémico de las tiazidas. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Los corticosteroides sistémicos: Pueden aumentar el efecto hipokalémico de las tiazidas. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Ciclofosfamida: Los diuréticos tiazídicos pueden aumentar los efectos adversos/tóxicos de la ciclofosfamida. Específicamente, la granulocitopenia podría aumentar. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Duloxetina: Agentes hipotensores pueden potenciar el efecto hipotensor ortostático de la duloxetina. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Ivabradina: Los diuréticos tiazídicos pueden aumentar el efecto arritmogénico de ivabradina. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Litio: Las tiazidas pueden disminuir la excreción de litio. Riesgo D: Considere modificación de la terapia.
Inhibidores de la MAO: Pueden aumentar el efecto hipotensor de los antihipertensivos. Los IMAO pueden también aumentar el efecto hipotensor ortostático de los antihipertensivos. Excepciones: Linezolid; Tedizolid. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Metilfenidato: Puede disminuir el efecto antihipertensivo de los antihipertensivos. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Las multivitaminas/Fluoradas (con ADE): Pueden aumentar el efecto hipercalcémico de las tiazidas. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Multivitaminas/Minerales (con ADEK, folato, hierro): Los diuréticos tiazídicos pueden aumentar el efecto de hipercalcémico de las Multivitaminas/Minerales (con ADEK, folato, hierro). Riesgo C: Supervisar la terapia.
AINE: Pueden disminuir el efecto terapéutico de las tiazidas. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Oxcarbamazepina: Los diuréticos tiazídicos pueden aumentar el efecto adverso/tóxico de la oxcarbamazepina. Específicamente, puede haber un mayor riesgo de hiponatremia. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Pentoxifilina: Puede aumentar el efecto hipotensor de los antihipertensivos. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Inhibidores de la Fosfodiesterasa 5: Pueden aumentar el efecto antihipertensivo de los antihipertensivos. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Análogos de la prostaciclina: Pueden aumentar el efecto hipotensor de los antihipertensivos. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Rituximab: Los antihipertensivos pueden potenciar el efecto hipotensor de rituximab. Riesgo D: Considerar modificación de la terapia.
Inhibidores de la recaptación de serotonina: Pueden aumentar el efecto hiponatrémico de las tiazidas. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Los fosfatos de sodio: Los diuréticos pueden aumentar el efecto nefrotóxico de los fosfatos de sodio. Específicamente, el riesgo de la nefropatía aguda por fosfato puede ser aumentada. Manejo: Considerar evitar esta combinación, suspendiendo temporalmente el tratamiento con diuréticos, o la búsqueda de alternativas a la preparación intestinal de fosfato de sodio oral. Si la combinación no se puede evitar, hidratar adecuadamente y supervisar el estatus líquido y renal. Riesgo D: Considerar modificación de la terapia.
Topiramato: Los diuréticos tiazídicos pueden potenciar el efecto hipokalémico del topiramato. Los diuréticos tiazídicos pueden aumentar la concentración sérica de topiramato. Manejo: supervisar el incremento de los niveles de topiramato/efectos adversos (por ejemplo, hipopotasemia) con la dosis de inicio y aumento de un diurético tiazídico. Seguir de cerca las concentraciones séricas de potasio con la terapia concomitante. Reducciones de la dosis de topiramato pueden ser necesarias. Riesgo D: Considerar modificación de la terapia.
Análogos de la vitamina D: Los diuréticos tiazídicos pueden aumentar el efecto hipercalcémico de los análogos de la vitamina D. Riesgo C: Supervisar la terapia.
Yohimbina: puede disminuir el efecto antihipertensivo de los antihipertensivos. Riesgo C: Supervisar la terapia.
EFECTOS ADVERSOS
Electrolitos y alteraciones metabólicas. Muy comunes: principalmente a dosis altas se ha descrito hipokalemia, hiperuricemia y elevación de los lípidos sanguíneos. Comunes: hiponatremia, hipomagnesemia e hiperglicemia. Raros: hipercalcemia, glucosuria, empeoramiento del estado de diabetes metabólica y gota. Muy raros: alcalosis hipoclorémica.
Piel. Comunes: urticaria y otras erupciones psoriasiformes y seudoporfiria. Raros: fotosensibilización.
Hígado. Raros: ictericia.
Sistema cardiovascular. Comunes: hipotensión e hipotensión ortostática, especialmente en ancianos, con dosis altas o asociadas a otros antihipertensivos, la cual puede agravarse por el alcohol, los anestésicos o los sedantes. Raros: arritmias cardiacas.
Sistema nervioso central. Comunes: mareo, vértigo. Raros: cefalea, insomnio y parestesias.
Sistema gastrointestinal. Comunes: pérdida de apetito y molestias gastrointestinales menores. Raros: náusea leve y vómito, dolor gástrico, constipación y diarrea. Muy raros: pancreatitis.
Sangre. Raros: anemia hemolítica y aplásica, trombocitopenia, leucopenia, agranulocitosis y neutropenia.
Otros. Comunes: impotencia. Raros: trastornos de la visión. Muy raro: edema pulmonar idiosincrático (trastornos respiratorios), nefritis intersticial alérgica y vasculitis.
DOSIFICACIÓN
Hipertensión:
La dosis recomendada de METORENE es una 12.5 a 25 mg diarios, (JNC 8 [James, 2013]), dependiendo del caso a tratar y del criterio médico, pudiendo aumentarse a 50 mg diarios.
Ancianos: 12.5 a 25 mg una vez al día o cada dos días; hay poca ventaja al utilizar dosis mayores a 25 mg al día.
Insuficiencia renal: ClCr ≥10 mL/minuto, no es necesario ajustes de dosis; ClCr <10 mL/minuto, evitar sus uso porque clortalidona no es efectivo con bajas tasas de filtración glomerular.
Insuficiencia hepática: no es necesario ajustes de dosis, pero debe administrarse con precaución.
PRESENTACIONES
METORENE se presenta en envases que contienen 30 comprimidos de 12,5 mg y 30 comprimidos de 25 mg de clortalidona.